Diario de una mariposa

Diario de una mariposa

viernes, 12 de agosto de 2016

¿Y ahora qué hago?


Cuando nos enfrentamos a un evento inesperado y traumático pareciera que el tiempo se detiene y perdemos por un instante nuestra conexión con lo que ocurre a nuestro alrededor. Es esa sensación de oír, pero no escuchar, de ver, pero no observar...

De repente afloran las emociones. Algunas personas demuestran coraje, unos tristeza y otros simplemente suprimen sus sentimientos.

¡Llegan a la mente tantas interrogantes! Nos preguntamos: ¿Porqué?, ¿Qué pudimos haber hecho para impedirlo? Nos culpamos injustamente del suceso y hasta podemos sentir coraje con los demás.

En el aspecto personal, cuando parecía estar lista para salir de la pupa me sorprendió un evento inesperado que provocó mayor necesidad de mantenerme dentro de ella.

El exterior dolía. El sol ardía en mi piel. Sentir a las personas cerca de mí provocaba ansiedad, leer tantos mensajes de cariño y apoyo despertaban el recuerdo del suceso y me hacían llorar sin consuelo.

Por más fuertes y tolerantes que nos sintamos a veces hay eventos que nos toman por sorpresa y se presentan justo cuando nos sentimos más susceptibles. Es en esos momentos donde nos damos cuenta de nuestra sensibilidad como seres humanos.

Durante mi vida he tenido la oportunidad de conocer a muchas personas, a través de todos los roles que he ejercido: hija, estudiante, empleada, esposa, madre, entre otros...

Mi querida y amada madre, que es una mujer sabia, me enseñó con su ejemplo sobre la importancia de crear y mantener buenas relaciones a lo largo de la vida. Ser personas de bien, honestas, responsables y genuinas, no impedirá que se cierren puertas, pero permitirá que se abran las correctas. Esa es nuestra verdadera tarjeta de presentación.

A pesar de que he pasado por varias pérdidas: emocionales, materiales y personales, había olvidado la tristeza y el dolor que se siente en una despedida.

Reflexiono sobre aquellos que se despiden en un aeropuerto, en un cementerio, en la puerta de una empresa, en la puerta de su hogar...

Se cerró un capítulo que recordaré con mucho amor por todas las personas maravillosas que me dio la oportunidad de conocer y por todas aquellas a quien pude servir, sin embargo otro comenzará el cuál espero con mucha ilusión y deseos de continuar creando buenas relaciones.

Todos los momentos que hemos vivido, aquellos que nos permiten tocar el cielo y los que nos hacen tocar el suelo, son experiencias necesarias para crecer y reconocer que somos seres de mucho valor, capaces de celebrar nuestros logros pero también de superar las adversidades.

Aquellos que aman la lectura comprenderán la pregunta a continuación que es la que se hacen cada vez que finalizan un buen libro: ¿Y ahora qué hago? 

Por mi parte, retomaré la lectura de un nuevo libro, con la misma ilusión y pasión que le he puesto a los anteriores, porque el mundo está lleno de muchos e interesantes ejemplares.

Dedico este blog a mis familiares, amigos y compañeros de Loss Mitigation, quiénes se convirtieron en una familia extendida, que me han brindado su apoyo, cariño, amistad, solidaridad y me han ayudado a pasar la última página de este hermoso e interesante capítulo.

No les digo adiós sino hasta luego...

2 comentarios:

  1. Nada mas cierto. Exito."todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar"

    ResponderBorrar
  2. Nada mas cierto. Exito."todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar"

    ResponderBorrar