Diario de una mariposa

Diario de una mariposa

viernes, 12 de noviembre de 2021

De todo un poco…

 


Estamos acostumbrados a hacer varias cosas a la vez y en ocasiones nos encontramos buscando en nuestra mente qué era lo que íbamos a buscar o hacer. Eso nos demuestra que aunque podamos ser “multitasking” hay momentos en que tenemos que decidir a qué le vamos a prestar atención primero porque en algo vamos a fallar. Si queremos aprender algo y necesitamos estar concentrados, es importante alejarnos de las distracciones tales como: el celular, la televisión, tareas pendientes, personas a nuestro alrededor y hasta nuestros pensamientos. Si como adultos nos distraemos con facilidad y se nos hace difícil, imaginen lo que puede pasar con un niño. Por eso es importante que se pueda separar tiempo y espacio para que los niños puedan estudiar sin distraerse, creando un ambiente que propicie el aprendizaje y que conozcan la importancia de la educación. Dejar que ellos tomen el control de lo que hacen y cuando lo hacen es un acto irresponsable de quiénes deben velar por su conducta y sus acciones. Como niños que son no tienen la capacidad ni la madurez para decidir lo que es mejor para ellos y si creamos una disciplina desde pequeños tendrán mayor probabilidad de mantenerla de adultos. 


La tecnología está jugando un rol importante en la vida de los seres humanos. La educación, el trabajo, el entretenimiento, la “socialización”, los servicios, las finanzas y la vida cotidiana la estamos manejando desde un artefacto electrónico. Es excelente poder resolver y hacer tantas cosas a la vez desde cualquier lugar donde nos encontremos, pero ¡cuidado!, hay actividades, gestiones y comunicaciones que se afectan adversamente con el uso excesivo de la tecnología. No todo está hecho para resolverse desde una pantalla electrónica. Las relaciones y la comunicación necesitan otros medios para que puedan ser efectivas. 


¿Cuántas veces hemos malinterpretado un mensaje porque no sabemos si nos están haciendo una pregunta, una aseveración o nos están dando una orden? Quizás percibimos que la persona que nos envió el mensaje tiene coraje con nosotros o demuestra poca importancia sobre el asunto porque su manera de escribir es fría, seca e indiferente. Se nos olvidan los buenos modales como un: ¡Hola!, ¡Buenos días!, ¿Como estás?, ¡Gracias!, ¡Disculpa!, etc… De cierta manera vamos perdiendo la práctica de mostrar afecto, interés, respeto y cordialidad que son tan importantes en las relaciones humanas y la comunicación. 


No nos encontramos en el mar a la deriva, estamos en tierra firme y por tal razón tenemos el control de hacia dónde vamos. No podemos culpar a la tecnología, a la distancia, a la evolución, a la pandemia y mucho menos a nuestro pasado. Somos lo que queremos ser y estamos donde queremos estar y si esa aseveración es falsa, entonces tenemos que movernos, pasar la página, asumir responsabilidad y dejarnos de excusas baratas. 


Un niño no tiene control de las experiencias que le toca vivir durante su infancia, pero de adulto tiene en sus manos la decisión de qué dirección va a tomar y si desea conservar lo que aprendió o desea crear una nueva vida donde pueda colocar todo aquello que es importante para sí y que le permite ser feliz. Hay tantas personas infelices, tantas familias disfuncionales, parejas que no se complementan ni se apoyan el uno al otro porque en muchos casos no sueltan ese equipaje de tragedias, desilusiones, traumas y experiencias que tanto daño les han hecho. Muchas veces pagan quiénes menos tienen culpa…


Y así como empecé escribiendo de una cosa, terminé con otro tema, pero todo lleva a la conclusión de que somos capaces de tener el control, somos responsables de nuestras acciones, en nuestras manos está establecer prioridades y mantener buenas relaciones con los demás. 


Si algo o alguien es importante para nosotros, vamos a demostrarlo.


Escrito por Norma Riera Fernández 


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