Diario de una mariposa

Diario de una mariposa

viernes, 15 de abril de 2022

Detrás de una propina está…


Detrás de una propina está…


A veces las lecciones más importantes las recibimos de quiénes menos esperamos y esa fue mi experiencia…


Hace unos años atrás una persona muy importante en mi vida tuvo su primera experiencia de empleo y por ser menor de edad le pagaban la mitad del salario mínimo, realizando las mismas tareas y con las mismas responsabilidades que los compañeros adultos que trabajaban bajo el mismo puesto. Esto, aunque un poco injusto, no le desanimó y se esforzaba por hacer bien su trabajo y por dar un excelente servicio al cliente que asistía, tanto así que en ocasiones cobraba más de propina que de su salario por hora semanal. Al darse cuenta del resultado, se esmeraba cada vez más. Lamentablemente muchos trabajadores de la industria de servicio no reciben una paga justa y en ocasiones por el tipo de negocio donde laboran, pueden pagarle menos del salario mínimo y es legal. 


Una vez salimos para un restaurante y la persona a la que hago referencia en el párrafo anterior me indica que recuerde dejar propina y sacó de su bolsillo una cantidad adicional para que le diera al mesero. Él sabía muy bien lo que era esforzarse en un trabajo con un salario bajo, esmerarse ofreciendo un buen servicio y que en ocasiones los clientes no le dieran ni las gracias. Sin embargo también reconocía aquellos clientes que le hacían el día, cuando sacaban unos pesitos de su bolsillo como agradecimiento por el servicio recibido. Esos pesitos le permitían cuadrar su presupuesto y tener dinero en la semana para comer, comprar gasolina y/o cubrir cualquier otros gasto. 


Desde ese momento cada vez que voy a un lugar para recibir un servicio tales como: restaurantes, salones de belleza, supermercados, entre otros, recuerdo aquella gran lección y doy propina. 


Estoy totalmente consciente de que todo ha subido de precio, pero no por eso hemos dejado de ir a comer de vez en cuando a un restaurante, ir al salón de belleza, llevar la mascota al grooming, hacer compra en el supermercado y debemos incluir en nuestro presupuesto, para ese gasto que vamos a incurrir, la propina de ese empleado que nos atenderá. 


Detrás de una propina está un ser humano con necesidades, sueños por cumplir y deseos de salir adelante. Esa persona puede ser un padre o madre de familia que necesita llevar el pan a la mesa de su hogar, un estudiante con un presupuesto limitado que con lo que gana se paga sus estudios y cubre sus gastos, un joven o un adulto responsable, amable y trabajador que echó a un lado los retos que la vida le pone a diario para darte un servicio de excelencia. 


En cada uno de nosotros está hacer la diferencia valorando el esfuerzo y la dedicación de ese empleado que nos brindó un servicio. 


A ti, empleado que haces tu labor en la industria de servicio con tanto esmero: ¡Gracias! 🌟💖


Escrito por: Norma Riera Fernández