Diario de una mariposa

Diario de una mariposa

domingo, 27 de febrero de 2022

¿Porqué tanta prisa?

 


¿Porqué tanta prisa? 


La vida es tan efímera y para poder disfrutarla es necesario estar más conscientes de ello, identificando nuestro propósito en este mundo y dando prioridad a lo que es más importante para nosotros. Por más que queramos, no podemos estar en dos lugares al mismo tiempo y cuando nos empeñamos en hacer varias cosas a la vez y nos comprometemos con todo y con todos en algo vamos a fallar. La era tecnológica en la que estamos viviendo nos va llevando por las distintas plataformas y medios electrónicos haciéndonos creer que mientras más presentes estemos en ellos más al día estaremos y más en cuenta nos habrán de tomar, pero ¿a qué precio? 


Si tan solo entendiéramos que somos los que debemos tener el control y que no hay nada malo en mantenernos enfocados en nuestros asuntos que incluyen pero no se limitan a nuestras familias, metas, pasatiempos y necesidades personales. Necesitamos desconectarnos de vez en cuando de tanta información que recibimos de los distintos medios que saturan nuestra mente y en ocasiones nos afectan emocionalmente.


Tenemos que establecer límites y preguntarnos: Si otros corren, ¿Debemos seguirles sin saber a donde van? Si los que van frente a nosotros se detienen, ¿Debemos hacer lo mismo? A veces actuamos sin saber, solo porque imitamos o seguimos a los demás sin saber a donde nos llevarán o cuáles serán las consecuencias.


El mundo nos exige acelerar el paso, cumplir con nuestras responsabilidades y las expectativas de personas que sólo saben dar vueltas en círculo y no llegan a ningún lado.  


¿Acaso el movimiento constante nos convierte en seres más útiles y capaces? ¿Donde queda el balance y el disfrute de lo que nos gusta y nos hace sentir bien? 


¿Porqué tanta prisa? 


¡Hazte un favor y deténte! No para desistir sino para estar presente, admirar y agradecer todas las bendiciones que haz recibido. Celebra la vida, el momento, la compañía de tus seres queridos, lo que haz superado, pero también lo que haz logrado. 


Ama lo que haces, lo que eres, cuida y admira la naturaleza, sé fuerte, humilde, muestra empatía con el que sufre, respeta la vida, procura alimentar tu fe y si estás pasando por una situación difícil no pierdas la esperanza de un mejor mañana porque todo pasa…


No dejes que la ansiedad, la angustia, el dolor y/o la incertidumbre te hagan ir por la vida como gallina sin pescuezo. 


Separa un momento para ti y regálate admirar un atardecer. Permítete sentir la paz, la gratitud, la admiración y la sensación relajante que brinda observar la caída del sol. 


Libérate de las cargas pesadas, de los pensamientos negativos, del afán por trabajar sin cansancio, del empeño por amontonar bienes, pues no sabes el día y la hora en que te toque partir de este mundo y cuando ese momento llegue el equipaje será ligero…


Invita a pasar la calma, haz silencio. 


¡Vive sin prisa, vive en paz! 


Escrito por Norma Riera Fernández 

Foto cortesía de Norma Fernández