Diario de una mariposa

Diario de una mariposa

domingo, 27 de mayo de 2018

Duele perder...



La vida parece tener memoria corta, empeñándose a golpearnos una y otra vez...

Algunos pudieran decirnos que son lecciones que nos permiten aprender, sin embargo cuando aún no hemos terminado el curso, nos añaden otro que nos hace sentirnos desorientados. Es como si nos quisieran enseñar cuatro idiomas a la vez.

En este momento quisiera sentarme frente al mar o frente a un cuerpo de agua que esté en calma y llorar sin que nadie me vea...

Cuando enfrentamos crisis algunas personas, que tienen conocimiento de la situación, en vez de acercarse, se alejan. Pareciera como si hubiéramos adquirido una enfermedad contagiosa o que entendieran que al acercarse se están comprometiendo a ayudarnos y no es precisamente lo que desean. 

Quizás piensen que vamos a pedirle dinero u alguna otra cosa de valor, sin saber que lo que necesitamos es apoyo moral, empatía...

No es fácil perder aquello por lo que se ha luchado, por lo que hemos puesto todo nuestro empeño, mientras vemos como otros que no se esfuerzan mucho reciben en sus manos todo cuánto quieren y no es envidia sino coraje porque esas mismas personas son las que no valoran lo que la vida les regala, creen merecerse todo.

Duele perder, duele quedarse sin energías para luchar, duele que la vida sea tan dura para algunos, duele perder la salud en medio de tanto sacrificio, duelen las apariencias, duele la hipocresía, duele el silencio, duele la soledad, duele la incertidumbre y el miedo a no plantar nuestros pies en la tierra por no saber qué será de nosotros el día de mañana...

Podrían pensar que es un escrito pesimista y se preguntarán dónde está ese ser motivador, sin embargo sigue allí con sus altas y bajas, con sus virtudes y defectos, escribiendo en el Diario de una Mariposa 🦋, un espacio personal al que estás invitado a entrar. 

Cada día es distinto y hoy expreso mi sentir, reconociendo que mañana será otro día...

Hay quiénes recomiendan callar ante las situaciones difíciles en la vida, pero me pregunto: ¿Hasta cuando vamos a aparentar ser perfectos?, ¿Porqué tenemos que reprimir nuestros sentimientos si es una de las formas más sanas para aclarar nuestra mente? ¿Porqué aguantar el llanto si con él limpiamos el alma? ¿Porqué callar si nacimos gritando? 

Perder nuestra identidad para agradar a otros... ¡Duele!